“Ve donde están los muertos y ámalos”
Simone Weil

Hay herencias familiares que consisten en secretos y herencias familiares que no solo consisten en secretos. Y hay secretos que pasado el tiempo somos incapaces de recordar -a pesar de que nos constituyen- y hay secretos que es mejor olvidar porque para ellos no hay consuelo ni redención -a pesar de que nos constituyen-.

Los secretos, parientes lejanos de la mentira, son uno de los núcleos de nuestra vida y, por lo tanto, sonel material principal de nuestras ficciones. Quizá sea la ficción una de las únicas formas de plasmar el magma que viaja bajo la anodina realidad. Los secretos, a fin de cuentas, son lo innombrable y, sin que pase mucho tiempo, se convierten en misterio. Alguien dijo que “no existe el misterio para ser explicado” -a pesar de que nos constituye-; pues dejaría de serlo. El misterio solo se puede habitar. Lo innombrable esconde una verdad que ya no conocemos y solamente podemos acercarnos a ellabordeándola.

La Tierra con su gravedad, en todas sus acepciones,es un misterio que tan solo podemos habitar; de ella nace una fuerza telúrica sobrecogedora que nos traspasa y transforma. José Manuel Mora, en Mi alma en otra parte, ha sabido dar formaa esa tensión inenarrableinsuflando vida a unos personajes poseídos por su particular comportamiento frente al mundo y las relaciones, perturbadas y perturbadoras, con las criaturas que lo pueblan.

Mi alma en otra parte,escrita con la inocencia de quien se introduce y bucea por un descubrimiento, nos deja intuir el hueso de la fruta -la semilla- en cada mordisco, pero sin enseñárnoslo. En ella hay infancia y hay dolor y hay un enrarecimiento que nos hace tomar consciencia de la finitud de la vida y de sus pasiones y conductas más ocultas. La mirada de una niña es capaz de rellenar los huecosvacíos de nuestra existencia. En Mi alma en otra parte hay asunción y un paisaje creado con lo quenombra el silencio.

José Manuel Mora realiza una de las escrituras teatrales más poderosas de la actualidad. Para muestra la lectura de Mi alma en otra parte, (ustedes podrán decir si soy, o no, un mentiroso). Comprometido con la mejor tradición, la recoge y reinterpreta haciendo que el drama se expanda y transite por otras sendas. Sus diálogos lacónicos, el uso de los sobreentendidos, la manera de trenzar dos historias sumamente poderosas, el sueño, la duermevela y la pesadilla, la estructura y sus elipsis, las imágenes que nos dibuja en sus diálogos y acciones capaces de crear un atmosfera inquietante a base de veladuras con diferentes capas de significado, etcétera; hacen de Mi alma en otra parte un texto necesario, unas arenas movedizas sobre las que podemos caminar.

José Manuel Mora es conocedor del oficio, no olvida que el escenario es la finalidad última de toda escritura teatral válida, autor poliédrico: práctico y divino; capaz de alumbrar el misterio. Déjense llevar. Lean. Vean. Habiten.

En Ávila, enero de 2014.

Descargar Mi Alma en Otra Parte, de José Manuel Mora